
Cuando tenemos que pintar una habitación pequeña, elegir los colores y acabados más adecuados para pintarla, te ayudará a que parezca más grande.
Del mismo modo que la pintura influye en la iluminación y en función de los colores que elijas, un espacio puede ser más o menos acogedor, saber cómo pintar una habitación pequeña es imprescindible para dar una impresión de espacio mayor.
Unos conocimientos básicos sobre cuáles son los colores y combinaciones más adecuadas, cómo distribuir los muebles y jugar con la luz hará que una determinada estancia parezca más amplia. Y, además, más cálida y agradable.
- Elige colores claros. No tiene por qué ser blanco, los colores beige, vainilla e incluso grises no sólo aportan luz, sino que son más acogedores. Si te gustan, no descartes los tonos oscuros. Piensa en verdes, azules… Dan como resultado espacios más cálidos y todo dependerá de la finalidad de la estancia. No es lo mismo pintar una habitación, que un baño o el salón, por ejemplo.
- Evita los contrastes. Utiliza un solo color y juega con las distintas tonalidades para contrastar. Haz lo mismo con los muebles. Elige una decoración en tonos similares y el equilibrio estará garantizado, sobre todo, si optas por tonos neutros.
- Menos, es más. Esta premisa es aplicable también al mundo de la pintura y más si de lo que se trata es de ampliar visualmente un espacio. Una estancia recargada hará que la habitación parezca más pequeña.
- Cuida la decoración. Más allá de que elijas tonos similares a los de la pintura de las paredes y que no sobrecargues el espacio, es aconsejable que los muebles sean pequeños. Si son blancos, mejor, ya que reflejan la luz y tendremos una percepción mayor del espacio. Además, te recomendamos que coloques un espejo, ya que la sensación de amplitud será aún mayor.
- Mantén el orden. Aunque parezca básico, una habitación ordenada se ve más grande y limpia. Sobre todo, si las zonas de paso las mantienes despejadas. Además, el orden y la limpieza te ayudarán a equilibrar cuerpo y mente.